De Australia a Mallorca: un repaso por dos de las obras más importantes de Jørn Utzon.
Jørn Utzon (1918-2008)
Uno de los grandes arquitectos del siglo XX, Jørn Utzon, autor de la Ópera de Sídney y premio Pritzker 2003, era un enamorado del mar y de Mallorca. Su amor por la isla le llevó a la compra de varios terrenos, donde, finalmente, construyó dos de sus viviendas más icónicas: Can Lis y Can Feliz. Ambos proyectos fueron diseñados para el disfrute propio y de su familia y son, a día de hoy, referente y lugar de peregrinación para los amantes de la buena arquitectura.
Primero, se proyectó Can Lis, considerada una de las viviendas más relevantes del siglo XX y, tras dos décadas allí asentado, Jørn Utzon se trasladaría a Can Feliz, alejado de la humedad y la brisa marina para adentrarse en la zona boscosa de la isla.
Can Lis, Mallorca (1971-1974)
Jørn Utzon diseñó y construyó Can Lis tras finalizar la ópera de Sídney y abandonar Australia. La casa se encuentra en lo alto de un abrupto acantilado, a veinte metros sobre el Mar Mediterráneo, que tanta inspiración le trajo en vida. Compuesta por cuatro volúmenes conectados entre sí a través de patios abiertos, Utzon consigue diluir la línea entre paisaje y construcción. Desde el sendero que recorre la costa, el conjunto queda escondido tras un muro quebrado; solo un vestíbulo y un banco de cerámica indican la entrada. Una vez cruzado el umbral, un recorrido al aire libre conecta los patios de entrada a cada uno de los pabellones. En lugar de estar alineados frente al mar, los distintos volúmenes siguen un orden basado en la posición del sol, la disposición de los árboles y la relación entre sus funciones.
La casa recrea el entorno de los primeros habitantes, aquellos cuya vida se desarrollaba al aire libre y la cueva era el refugio donde esperar a que el tiempo diese una tregua. Se buscar capturar no solo la belleza física, sino también el espíritu del entorno natural y cultural. Can Lis se alza con un diseño discreto y armonioso con el paisaje, donde las líneas simples y las formas geométricas no compiten con el entorno, al contrario, se integran visualmente en él.
Can Feliz, Mallorca (1992-1994)
Situada en el pueblo de S’Horta, aparece Can Feliz; lejos del mar, en un terreno montañoso cerca del castillo de Santueri, donde Utzon cambia las vistas desde el acantilado por grandes pinadas. Este será el último proyecto doméstico que diseñará.
Can Feliz deja atrás la separación por volúmenes para dar paso a uno único que gira en torno a un patio abierto. Tuvo un par de propuestas, inicialmente, donde quiso jugar con distintos volúmenes, pero debido a la topografía de la zona, decidió optar por un elemento único. Las distintas áreas de la casa se disponen de forma paralela y compacta, sin huecos intermedios entre ellas. Los muros laterales que dividen las tres zonas principales se alzan por encima del resto con un diseño escalonado coronado por tejas cerámicas. Esta estructura jerárquica, donde ciertos muros resaltan sobre otros, rompe la solidez volumétrica de Can Lis, acercando el proyecto a la arquitectura propia mallorquina.