

Casa Pisco
«Es el lugar donde puedo juntar a la gente que quiero para compartir momentos; siempre me ha gustado compartir y qué mejor que en mi casa con unos pisco sour».
«Es el lugar donde puedo juntar a la gente que quiero para compartir momentos; siempre me ha gustado compartir y qué mejor que en mi casa con unos pisco sour».
Valencia, 12 del mediodía.
La luz cálida estival entra por la terraza, mientras suena de fondo el vinilo Rumours de Fleetwood Mac. En la mesa exterior en color teja, una cubitera, unas gildas y unos Pisco Sour. Estamos en Casa Pisco, una vivienda rehabilitada de los años 70, que busca ser un oasis en medio de la ciudad, donde desconectar y reunirse con familiares y amigos.



Casa Pisco es más que mi casa. Es mi espacio de trabajo e inspiración. Es donde creo lo que pasa en Viraje y sobre todo, imagino lo que está por llegar.


Casa Pisco consta de 132m2, más dos terrazas.
Era un vivienda que llevaba cerrada 35 años, muy oscura, totalmente sectorizada, con papel en las paredes y una forma de vivir la casa totalmente opuesta a la buscada con la nueva reforma: “Me parecía interesante y a la par divertido el reto de plantear un cambio radical en un piso que había sido habitado de forma muy distinta, con 4 habitaciones, casi todo interior, el salón orientado de forma inusual y la terraza siendo una mera anécdota”.



La rehabilitación se plantea como un giro de 180 grados,
pero manteniendo la estructura vista en toda la vivienda. Las vigas y pilares marcan el ritmo dentro de un espacio, ahora totalmente diáfano, donde ningún elemento toca la estructura.




Las habitaciones pasan de cuatro a dos
– principal con baño y de invitados – y se proyectan mirando a la avenida principal. Aparece un cubo central de madera iroko natural que resuelve todas las necesidades que pedía la vivienda, a la par que articula y conecta la zona de habitaciones con la zona de día de salón- comedor y cocina. Este elemento que actúa de distribuidor y que, a simple vista parece un panelado de madera con zonas de estantería, contiene puertas ocultas sin manetas que albergan tres espacios. Los dos baños – uno en microcemento y otro en terracota- y la lavandería y zona de almacenaje.



El cubo central de madera de iroko, se resuelve exento al resto de elementos.
Se separa del plano del techo para poder dejar paso a las vías de cuelgue encima de él. Sobre el cubo, unos elementos de vidrio y acero inoxidable facilitan los encuentros y el paso de instalaciones. De esta forma el techo y la estructura se visualizan de forma continua en todo el espacio de vivienda, reforzando la sensación de espacialidad.



La zona de día es totalmente abierta y enfocada a las vistas de la terraza principal.
Aparece la cocina, con la parte de almacenaje situada en la parte final del cubo central, y con una gran isla en el centro en acero inoxidable. En frente, el salón con la mesa principal en madera – diseño propio del estudio – sillas Rey de Hay y lámpara de techo de Astep (modelo 2065) presiden el espacio de forma armónica y actúan de hilo conductor entre cocina y salón. A la izquierda, un área de disfrute con tocadiscos y vinilos miran a la terraza interior, decorada con multitud de plantas tropicales.





El paseo culmina con el despacho – también en madera de iroko natural y con butaca “Showtime” de Jaime Hayon – y la terraza principal, concebida como una prolongación de la zona de día.





“En Valencia tenemos la suerte de disfrutar del buen tiempo todo el año, no podía desperdiciar eso”- concluye Raúl, a la par que finaliza nuestro recorrido por Casa Pisco.



